¿Por qué no desarrollas autodisciplina?
Sencillo: dependes de tu fuerza de voluntad.
Definamos de que trata la fuerza de la voluntad: es el impulso interno que nos lleva a vencer los obstáculos y a lograr nuestras metas. No es algo con lo que nacemos o dejamos de nacer. Podemos desarrollar y reforzarla nuestra fuerza de voluntad si entendemos en qué consiste y por qué no la hemos fortalecido.
El pequeño detalle es que la fuerza de voluntad es como un musculo. A medida que lo vas usando termina quedándose sin energía, en ese punto, es cuando las persona pierden la fuerza para continuar haciendo sus tareas, trabajando en sus metas entrando en depresión y sufriendo ansiedad.
Apoyarte en la fuerza de voluntad es útil cuando tienes la motivación es aun alta. Cuando un empiece un proyecto o empleo nuevo, los primeros días empezaras con mucha emoción y energía. Pero con el tiempo esa energía se irá reduciendo a medida que tu voluntad de hacer las cosas disminuya.
Esta disminución de voluntad se puede en el curso de semanas o meses de trabajo. Incluso, se puede notar en el transcurso de un día. ¿Por qué crees que es tan difícil ir al gimnasio después del trabajo?
Son estos momentos, como el de comer comida chatarra en vez de prepararte comida sana, y en medio del sentimiento de culpa te preguntas: ¿Por qué no tengo fuerza de voluntad?
El problema es que depende de esa fuerza que ya está agotada y no tiene una estructura personal que te permita solventar la falta de energía.
Quizás suene contradictorio, pero tanto la motivación como la fuerza de voluntad son las características que están mas abajo en la escala de características mentales necesarias para tener autodisciplina.
Veamos los cuatros niveles necesarios para tener disciplina.
Motivación: Tener alto niveles de motivación puede ayudarte a empezar los pasos iniciales, solucionar problemas complicados, mantenerte resiliente en un proyecto largo. Pero la motivación por sí misma no es confiable porque depende totalmente de tu estado de ánimo, y mucha vez tendrás que trabajar un estado animo bajo para no perder tu ritmo.
Disciplina: es la aplicación de la fuerza de voluntad superar la muy temible pereza como la ansiedad de enfrentarse a obstáculos. El asunto es que tiene sus límites, en algún momento te fallara.
Hábitos: esta característica es la piedra fundacional de la consistencia, de la disciplina entendida en hacer nuestras tareas cuando tenemos que hacerlo, aunque no queramos hacerlo. Los hábitos afectan nuestros actos inconscientes. El gran problema con la fuerza de voluntad es que necesitamos realizar actos conscientes que cuestan mucha energía, mientras los actos inconscientes no lo requieren tanto.
Por ello tener buenos hábitos que simplifiquen tu vida te permitirá tener una mejor auto disciplina.
Identidad: este es el ultimo paso de la consistencia y del carácter, los hábitos que forjes son las características que le darán forma a tu identidad.
En este punto ya no existe dudas, problemas con la pereza, la ansiedad o el problema de la depresión por no lograr nada. Ya haces todos lo que tienes que hacer de forma automática, no necesitas andar motivado y con tu fuerza de voluntad a mil para lograr las cosas.
En ese estado (que es un proceso continuo de selección y cuidado de hábitos) es donde quieres estar. Una persona con los hábitos necesarios para lograr los resultados que quieres. Muchas veces para lograr tus objetivos debes convertirte en una persona nueva con las características necesarias para poder realizarlos.
La única forma de crear hábitos saludables es ir agregándolos a tu vida diaria en pequeñas dosis hasta que se vuelvan parte integra de tu persona.
Hay varios hábitos que pueden ser esenciales a la hora de ayudarte a mejorar tu vida, no solo por los efectos del habito ocasiona en la persona sino en todas las otras áreas en que lo pueden ayudar. Lo importante es seleccionar uno y empezar.
¿Cuáles son los habitaos fundacionales que puede mejorar tu vida?
Ejercicios, aunque sea una hora diaria. El ejercicio te ayuda a mantener alto niveles de energía, mejorar tu humor diario, liberar estrés, inclusive, ayuda a mantener el cerebro joven.
Dormir 8 horas, mantiene el cerebro en buen estado y te ayuda a controlar mejor tus emociones.
Ordenar tu cama/cuarto. Mientras mas ordenado tengas el ambiente donde vivas no tendrás que gastar energía en solventar los problemas que genera el desorden. Tendrás más energía para resolver los problemas urgentes.
Usar una lista de tareas, agendar cada tarea en base a prioridades y darle fecha y hora para cumplirlas.
Hay muchas mas que puedes ir investigando y adquiriendo a medida que vas dominando un nuevo habito. Eso si es un proceso lento, pero domina un habito y después pasa a otro. Muy importante identifica los hábitos desechables que hay en ti y abandónalos.
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